LOS TUTORES
LILIA CRISTINA BEJARANO DIAZ
Mi nombre es Cristina Bejarano Díaz, soy tutora del Programa Todos a Aprender. Estudié Comunicación Social y Periodismo en la Universidad Jorge Tadeo Lozano y desde el año 2012 tuve la gran bendición de integrarme a este sueño del Ministerio de Educación Nacional.
Actualmente estoy llena de expectativas y temores como cualquier ser humano que se enfrenta a un nuevo reto, pero tengo la convicción de que con mucho amor, compromiso, entusiasmo y trabajo en equipo el sueño se puede realizar, y así aportar mi granito de arena en este proceso.
Estoy segura que el programa para la transformación de la calidad educativa TODOS A APRENDER, dejara una profunda huella en mi vida personal y profesional así como en la de cada uno de los actores de las comunidades educativas beneficiadas a lo largo y ancho de nuestro país.
Mi historia en la educación del municipio comienza hace apenas ocho años cuando decidí aprovechar la oportunidad de desempeñarme como docente sin haberme preparado para ello.
En esa época enfrenté uno de los primeros retos que esta maravillosa profesión docente me imponía, romper los moldes que han terminado por aprisionarla y fusionarla con mi saber en una amalgama perfecta, ya que no se puede hablar de comunicación y educación como campos separados, entonces me pregunté ¿Cómo integrar mi conocimiento al aula de clase?.
Fue así como durante mi desempeño en la Institución Educativa Eduardo Santos, dirigí mi labor docente a abrirles la mente a mis estudiantes, a enrutarlos hacia una “sociedad de la información” que les exige estar preparados para el mundo actual y para su crecimiento personal.
Cada inicio de año escolar cuando me sentaba a planear mis asignaturas me preguntaba nuevamente ¿Cómo romper con el modelo tradicional? ¿Cómo desarrollar los procesos de comunicación que se requieren para que los estudiantes se adapten a los nuevos desafíos de la sociedad?.
Pues no ha sido nada fácil romper las barreras que impiden lograrlo, sin embargo en la medida en que se toma la educación como un proceso de aprendizaje de toda la vida, inmediatamente surge la comunicación como su eje, como su complemento.
De ahí la importante tarea de los docentes y los medios de comunicación de afianzar valores, construir comunidades de diálogo y participación y de fomentar en los estudiantes el intercambio de opiniones e ideas, de crear el hábito de la compartir experiencias, conocimientos y sentimientos.
De esta manera fue como, promoviendo procesos de aprendizaje reflexivos y basados en la experiencia hice mi aporte a la comunidad Eduardista.
Quiero dar gracias a Dios porque sin su voluntad yo no estaría hoy escribiendo estas líneas y participando de este grandioso grupo de Tutores de Soacha, a nuestra formadora Paola Balda Álvarez por ser nuestra guía y apoyo, a mi familia por ser mi eje y al Ministerio de Educación y la Secretaria de Educación de Soacha por creer en mí.
También agradecer a todas y cada una de las personas que a lo largo del camino me han aportado con su experiencia y sus conocimientos las herramientas para cada día ser mejor docente entendiendo que en esta profesión es casi imposible no aprender algo cada día.
Espero que con mi acompañamiento y el trabajo en equipo de toda la comunidad educativa de la Institución Educativa Las Villas y la Institución Educativa Nuevo Compartir alcancemos el objetivo de mejorar las prácticas de aula y lo más importante formar niños y niñas más felices y competentes para nuestra sociedad que tanto lo necesita, sociedad en la que realmente queremos vivir.
ANGEL ALBERTO AMORTEGUI MARTINEZ
Considero que el ser parte de un programa de tanta cobertura es una gran motivación para continuar aportando a la formación de los estudiantes de Soacha. Soy licenciado en Matemáticas y Física, egresado de la universidad de Cundinamarca, me he desempeñado como docente de básica secundaria en el área de matemáticas durante nueve años, tiempo en el cual he aprendido de los estudiantes que a pesar de las dificultades y situaciones adversas siempre hay un mañana que espera por nosotros, siempre hay un motivo para continuar. Durante el tiempo de trabajo en la secretaría de educación he tenido la fortuna de compartir con excelentes docentes que han aportado de manera significativa a mi crecimiento personal, profesional y laboral, gracias a ellos he aprendido que la docencia más que una profesión es una vocación, es la forma en que podemos retribuir al mundo todos los privilegios que hemos recibido. Entendiendo la docencia como una forma de vida, la compensación a nuestra labor está en la medida que cada uno de nuestros estudiantes sea capaz de modificar sus aspiraciones particulares con el fin de aportar a la construcción de un mundo mejor.
Y es por ello que los docentes debemos renovarnos cada día para brindar a nuestros estudiantes una mejor formación. El mejor docente no es aquel que asigna más trabajo, que hace más evaluaciones o que sale más tarde del colegio; sino aquel que después de muchos años recibe como premio el saludo de gratitud de sus estudiantes, que a pesar del tiempo y la distancia mantienen en sus ojos el brillo de la alegría y hermandad que únicamente en el colegio pudieron experimentar.
Agradezco a Dios la oportunidad que me brinda de poder enriquecer mi práctica docente y dedicarla al servicio de los demás. Que el compromiso hoy adquirido sea por el futuro de nuestros estudiantes.
HILDA ESTER NORIEGA NIEBLES
“Cada siglo, cada momento histórico ha tenido un tipo de niño coherente con la sociedad vigente"[1]
Cuando presente mi trabajo de grado de la licenciatura en la Pontificia Universidad Javeriana, junto con mis compañeras y amigas, dedicamos ese trabajo a “los sueños y soñadores que luchan por una educción de calidad”, porque en el pretendíamos presentar ese sueño de educación de calidad que teníamos, ese que respondiera y estuviera en sincronía con las necesidades del contexto.
A lo largo de mis años como docente, en el que incluyo mis prácticas de la normal, de la universidad, y ahora como licenciada profesional, he procurado que esa idea, ese sueño desde mi quehacer sea una realidad; y al recibir la invitación de hacer parte de “Todos a Aprender” me sentí más que afortunada, porque el propósito central del programa hacer tangible ese sueño que siempre he tenido, y es la base de mi labor como docente: Una educación de calidad.
En mi vida personal se me ha considerado como “diferente”, por mi forma de aprender, por mi forma de hacer las cosas, o de relacionarme con los demás, y así fui tratada, “diferente” por algunos de las personas que me rodearon, compañeros, docentes, amigos, en fin. Y esa diferencia no siempre fue considerada una fortaleza, para algunos fue una debilidad a remediar; y desde entonces he querido que se vea el hecho de ser diferente como una oportunidad, como una fortaleza, porque la educación no debe homogenizar, debe responder a la sociedad en la que se encuentra, ser equitativa, es decir, dar a cada quien lo que necesita.
Por eso agradezco en primera instancia a Dios, por hacerme diferente y guiar mi diferencia hacia una oportunidad cada día; en segunda, a mi familia, casi todos docentes, que en su ejemplo, empuje, amor y apoyo me heredaron este respeto y valor a esta profesión, porque somos docentes por vocación, convicción y profesión, y siempre aplaudieron esa diferencia en mí. En tercera, a cada una de las personas: docentes, compañeros, estudiantes, padres, que me brindaron desde mis aciertos y errores, herramientas para enriquecer mi labor.
A mi hijo le agradezco simplemente: “su existencia” razón y motor de “mi existencia”.
Al programa “Todos a Aprender” la oportunidad y el compromiso con la educación del que me hacen participe, por creer que mi diferencia vale la pena en este proceso de “Transformar la calidad educativa” , compromiso que asumo con gusto, orgullo, agradecimiento y responsabilidad.
LUZ ADRIANA TRUJILLO MANRRIQUE
“La vida es lo que pasa mientras nosotros hacemos planes". John Lenon
Difícil y trascendental decisión, a la que tal vez dedicas noches en vela, tertulias con tus amigos, sueños y mil prospectos. ¿Qué quieres ser?, ¿Qué te gustaría estudiar?, ¿Vocación o profesión?; mil preguntas de este estilo asaltan tu mente en plena adolescencia, en donde te mueves entre lo que quieres, lo que conviene, lo que debe ser, mil planes para una decisión que asumirás por el resto de tus días. En mi vida, está decisión llegó sin esperarla, sin planearla, sin pensarla, simplemente llegó y hoy consideró que fue la más acertada y es la que dá felicidad a cada uno de mis días. Ser maestra.
Tal vez mil puertas se abrieron mostrándome lo que debía hacer, ¿cómo no entrar por una de estas? Eso hice, decidí entonces que lo fuera a ser, lo haría con amor y dedicación más sabiendo que no se trataría de trabajar con un objeto sino con seres humanos, difícil tarea, ¡gran responsabilidad! Así empecé mi formación como maestra en la Universidad Distrital; toda mi formación se la debo a la educación pública, con mucho orgullo; allí aprendí entre discursos y saberes pedagógicos, entre otras cosas a tener un pensamiento crítico frente a lo que te rodea, desde tus acciones hasta el sistema del que haces parte. Muchas personas con las que compartí me inyectaron un poco de su sabiduría, y mucha de su energía; noches en vela y largas caminatas afianzaron mi personalidad. Me gradué con mil expectativas y con el gran anhelo de cambiar el mundo con lo que puedes y has aprendido a hacer, pero… Stop, nuevamente mil inquietudes invaden tu ser, entrar al mercado laboral, nada fácil cuando de experiencia se trata, ¿de dónde si acabas de graduarte?
Fue así como planeando tal vez iniciar en un pequeño colegio privado donde pudiera aprender todas aquellas cosas que la catedra no te enseña y que con solo con la práctica puedes aprender, nuevamente mil puertas se abren ante ti para ratificar que la decisión que tomaste fue una decisión de vida. Con el firme anhelo de lograr desarrollar tu labor donde realmente se necesitará y donde fuera valorada, sin pensarlo y sin esperarlo, logre entrar al magisterio de Soacha, desde donde hace aproximadamente 10 años trabajo día a día. El sueño realizado de ser maestra por convicción se los debo a la única Institución donde he laborado, en donde he aprendido que todo es posible, que solo basta con soñar y convencer a unos cuantos, que las metas alcanzadas con sacrificio saben mejor, que mucho no quiere decir mejor y que con paciencia y perseverancia puedes alcanzar lo que desees.
Así puedo narrar mi vida; tal vez omita muchos hechos trascendentales; pero la sintetizo en algo tan complejo e inexplicable como que ha estado cargada de bendiciones merecidas o no tanto, pero siempre he tardado más planeando y preguntando lo que deseo hacer con el temor a equivocarme, que la vida poniendo ante mí la respuesta más indicada.
Por eso, cada día es un reto y una bendición más. Ahora el programa “Todos a Aprender”, no es la excepción,; ha llegado en un momento en el que temía caer en la rutina del sistema, y ha llegado como una oportunidad de crecer profesionalmente, tal vez de lograr convencer a otros de que los sueños se hacen realidad y que un mundo posible nos espera ratificando que nada es casualidad. Ahora con la madurez de los años he comprendido que ser maestra simplemente es lo mejor!!!!!!!
JOSE MANUEL CARDENAS RAMIREZ
Mi nombre es José Manuel Cárdenas Ramírez, tengo 32 años, casi 33. Soy licenciado en educación infantil de la Universidad Pedagógica Nacional, nací en Bogotá y luego mis padres Adquirieron vivienda en Soacha, municipio en el que vivo desde los 5 años. Estudie la primaria en un colegio privado de mi municipio y luego pase a un colegio de Bogotá a hacer todo mi bachillerato.
En honor a la justicia debo decir que no fui el estudiante más destacado, y aunque no perdí ningún año de la básica debo decir que era un vago con suerte, porque de bachillerato el único año que pase sin habilitar (ahora recuperar) fue séptimo, y esto me hace recordar las palabras de una compañera que era muy juiciosa, que después de haber salido de bachilleres decía que de nada le había servido dedicarse tanto al estudio, porque los que habíamos sido tan desjuiciados igual nos habíamos graduado con ella. Lo anterior para decir que no siempre he sido una persona dedicada al estudio, esto no quiere decir que lo que aprendemos en la básica no sirva, sino que tiene que producir algo en cada uno.
Luego Jesucristo me encontró (Digo que me encontró porque la espiritualidad no era una prioridad para mí y solo hasta ese momento cobró un significado) y me di cuenta de que el estudio es parte importante del ser humano en todas las áreas de la vida, y eso me llevo a entrar a estudiar en la universidad. Al momento de entrar a la universidad quería estudiar licenciatura en educación física, sin embargo, no tenía los recursos para poder estudiar esta carrera, pero tenía la convicción de que no podía quedarme sin estudiar y lo único que se acomodó en ese momento a mis posibilidades fue la licenciatura en educación infantil. Cuando empecé a estudiar tenía grandes expectativas que poco a poco se fueron llenando a través de grandiosos maestros que poseían una profunda vocación por la enseñanza y de las interacciones con los niños que reflejaban sus necesidades; a mitad de la carrera sufrí un desengaño terrible al darme cuenta lo mal pago que es el trabajo en la docencia (en algunos casos gana más un mensajero con moto), mayormente en la etapa preescolar, pero a pesar de esto había una profunda convicción por la enseñanza y por terminar el proceso que había iniciado.
A pesar de todas las adversidades sin darme cuenta termine siendo un “profe”, que sin ser el mejor, lo intenta cada día para superarse y para al final de cada día tener la satisfacción de que de alguna manera hice feliz a alguien siendo padre, amigo, formador y le pude compartir algo que le pueda servir para la vida; debo aclarar que esto no lo hubiera podido lograr sin el apoyo de mi familia (mi esposa, mis hijos, mis padres y mi hermano), quienes me acompañaron en todo momento y fueron mi aliciente para no desfallecer.
Finalmente llega la oportunidad de trabajar en el programa “Todos a Aprender”, esta se vuelve la respuesta de Dios para poder capacitarme, porque lamentablemente para mí, no era posible hacerlo por la familia y la economía, pero bueno, parece ser que de alguna manera llegan las respuestas a nuestros anhelos, cuando estamos cerca de Dios. Esto me ha generado una profunda responsabilidad y compromiso porque sé, que es el momento de hacer algo que realmente deje huella y se acerque a lo que me decía mi abuelita:
“Si le preguntan qué quiere ser, usted tiene que decir: quiero ser presidente de la Republica”
No seré presidente, pero hago parte del ejercito de maestros del presidente….eso es algo, ¿no?
Y como dicen la mayoría de los jugadores de futbol: esta linda oportunidad se la dedico a Dios en primer lugar y a mi familia que me ha apoyado en todos los momentos de mi carrera.
CLAUDIA ISABEL LOPEZ DUARTE
Mi nombre es Claudia Isabel López Duarte, actualmente pertenezco al grupo de tutores del Programa Todos a Aprender del municipio de Soacha. Considero que mi carrera profesional como docente nace desde la infancia, ya que mi madre me cuenta que desde que tenía aproximadamente tres años, yo jugaba con mis muñecas a ser profesora, y a medida que pasaba el tiempo esto se fue intensificando en mí.
Creo que el amor por mi profesión lo llevo en la sangre, se qué tengo la vocación y que lo que hasta el momento he hecho, ha sido con mucha entrega. Amo a los niños y niñas y sueño para que las generaciones que siguen viniendo vean una Colombia transformada en todos los aspectos.
Al ingresar al bachillerato confirmé qué realmente mi inclinación por la enseñanza se agudizaba más y más debido al ejemplo y admiración que tuve por varios profesores que con dedicación me educaron y despertaron en mí más anhelo por cumplir ese sueño de la docencia. Es por eso que cursé mis estudios en el Colegio María Auxiliadora de Soacha en donde obtuve el título de Bachiller Normalista. Fue un reto que me tracé y pude lograrlo con grandes esfuerzos.
Ingresé a la Pontificia Universidad Javeriana en donde obtuve el título de Licenciada en Básica Primaria, fueron cinco años en los que mis conocimientos y la visión como educadora se ampliaron para ponerlos en práctica en el aula.
Posteriormente en el año 2005, tuve la oportunidad de ingresar por medio de concurso docente a la Institución Educativa Ciudad Latina de municipio de Soacha donde fui docente hasta hace pocos días. Mi experiencia allí fue un poco fuerte al enfrentarme con varias situaciones de familias con problemática marcada, de allí surgió la idea de estudiar consejería familiar y esto extendió mas mi labor docente de alguna manera a orientar a los padres en sus situaciones familiares y así ver mejores resultados académicos y disciplinarios en los niños.
Siempre tuve la inquietud de mejorar mis prácticas en el aula, ya que vi muchas dificultades en algunos de mis estudiantes. Tengo satisfacción de ver el resultado positivo en la mayoría de ellos y esto me impulsa a seguir buscando alternativas de cambio.
Fue impactante para mí cuando recibí la invitación de secretaría de Educación de Soacha a participar del Programa Todos a Aprender como tutora, ya que siempre he sido muy abierta a obtener nuevos conocimientos.
Al escuchar un poco del programa sentí curiosidad y deseo de aprender pues sé que esta propuesta es muy enriquecedora, pues el compartir experiencias de aula con otros docentes que poseen muchas habilidades, creatividad, nuevas estrategias; hace que se amplíe mi labor profesional. Sé que hay muchos docentes con ideas brillantes y novedosas que pueden aportar mucho al programa y entre todos, podremos alcanzar grandes retos.
Tengo el mismo sueño y anhelo que posee el Ministerio de Educación Nacional de transformar la calidad Educativa y sé que esto se producirá a través de cambios de mentalidad desde los mismos docentes quienes somos los actores principales en este proceso de renovación.
Por tal motivo me dispuse a participar en el programa porque yo quiero aprender y aportar un poco de lo que a través de mi experiencia he adquirido. Agradezco a Dios esta oportunidad, pues estoy segura que él es quien la permitió y confirmo una vez más que todos hemos nacido para cumplir un propósito específico en la vida y dejar huellas en los corazones de quienes forman parte de nuestra sociedad.
Agradezco también a mi formadora Paola Balda y al grupo de compañeros del Programa Todos a aprender en Soacha quienes han sido un apoyo muy grande y de quienes he aprendido bastante, a mi esposo y familia quienes me apoyan y me motivan a creer en mí y a mi bebé porque me motiva a cumplir mis sueños.
IVONNE ROCIO ACERO RODRIGUEZ
“Nadie sabe tanto como todos juntos”, este sabio proverbio chino me ha acompañado desde el año 2001 cuando sin dimensionar el poder de esta frase decidimos con mis compañeras de tesis convertirla en nuestro lema y obtener el título como Licenciadas en Educación para la Infancia con énfasis en Básica Primaria de la Universidad Distrital. Soy Ivonne Rocío Acero Rodríguez y soy Docente. Han sido muchos los caminos recorridos para llegar a este punto y encontrarme hoy haciendo parte del valioso equipo de trabajo del programa “Todos a Aprender”, más que una oportunidad es un privilegio que me permite contribuir a la construcción de una educación de calidad para nuestros niños y niñas ratificando eso que alguna vez fue un sueño y es que, sí es posible que desde nuestra labor realicemos aportes tan significativos que se conviertan en transformaciones para que seamos cada vez mejores maestros, mejores individuos y mejores seres humanos.
Todos los que hacemos parte del mundo de la educación buscamos aportar con nuestra labor algo único, pese a la diversidad de dificultades y las múltiples satisfacciones mi empeño a lo largo de estos años siempre ha sido realizar mi labor con Excelencia asumiendo la responsabilidad que ello involucra; en el transcurso de la Especialización en Gerencia de Instituciones Educativas comprendí que la labor directiva debe ir más allá de lo administrativo, que la formación de personas que hacen parte de nuestra sociedad va mas allá de la reproducción de conocimientos, que somos nosotros quienes hacemos sólidas las bases que hacen que esas pequeñas personitas que llegan a nuestras manos sean individuos que multipliquen sus valores en interacción con la sociedad, que generen cambios positivos vislumbrando un mañana cada vez mejor, actualmente la Maestría en Educación me ha permitido una reflexión personal, profesional y de mi horizonte laboral permitiéndome comprender que nuestro componente humano implica cambios reales y que todo lo que se realice desde la institución dejará huella en quienes hagan parte de ella estudiantes, padres, docentes, comunidad y que solo contando con todos como unidad se podrán recoger los frutos de lo que se cosecha en el aula, en el día a día, en el compartir permanente con compañeros docentes que con sus experiencias, aprendizajes y conocimientos hacen que me sienta orgullosa de pertenecer a este gremio.
Hoy se inicia una etapa nueva llena de retos, de metas por cumplir y de responsabilidades, hoy “Yo me Comprometo” a dar lo mejor para que quienes al igual que yo piensan que con su trabajo contribuyen a la educación no se sientan solos y sepan que somos muchos los que buscamos con pequeños cambios alcanzar grandes transformaciones, este es el comienzo vamos “Todos a Aprender”.
LIDA ANA CENETH CARREÑO MORALES
Al imaginarnos lo grande que es el universo, nos damos cuenta lo pequeños y fugaces que somos. Sin embargo, como humanos tenemos la habilidad de transformar la tierra positiva o negativamente; haciendo de este punto en el espacio un lugar maravilloso.
Es claro, que este progreso que empezó con el reconocimiento del grupo, continuo con la industrialización, que ha llevado a la tecnificación y sofisticación de la vida cotidiana del ser humano, no sería posible si como seres no nos agrupáramos para conformar una sociedad que se construye a medida que nos relacionamos unos con otros.
Pues bien, la energía existente y el Dios que todo lo tiene sin dejar nada al azar, hoy me tiene aquí haciendo parte de la transformación, privilegiándome con este nuevo reto.
Fui convocada el año dos mil doce por la doctora Emilia, quien me citó a la secretaria para que hablara con ella. Me explicó, a grandes rasgos, en qué consiste el programa, cuando finalizaba y si tenía disponibilidad de tiempo; a lo cual, sin meditarlo mucho le conteste positivamente y acepté convencida empezar esta nueva etapa. Es así como descubrí que el programa de “LA TRANSFORMACIÓN DE LA CALIDAD EDUCATIVA”, busca modificar las prácticas en el aula para obtener mejores resultados haciendo acompañamiento a docentes aprendiendo mutuamente.
Desde este momento se han generado en mí nuevas expectativas y muchos anhelos por formar parte de este mega programa “TODOS A APRENDER”
Nací en Guicán Boyacá, llevo viviendo en Soacha doce años, de los cuales dos los cursé realizando el ciclo complementario en la Escuela Normal Superior María Auxiliadora; apoyada por mi tía, Teresa Morales Barrera. Trabajé un año en el sector privado y por disposición Divina, nueve con el municipio. Ahora tengo la oportunidad de estar en este nuevo programa como tutora y aprendiz de mis colegas.
Tener la vida es la oportunidad de disfrutarla con todo lo que se nos presente, sin desconocer y agradecer a Dios y a las personas que son puestas en nuestro camino para lograr lo que somos, tenemos y llegamos a ser.
CAROLINA FRANCO VARGAS
“La educación verdadera es praxis, reflexión y acción del hombre sobre el mundo para transformarlo” Paulo Freire.
A lo largo de mi vida he pasado por momentos que me han colmado de experiencias personales y profesionales. Momentos en los que han estado presentes personas que me dieron una educación formativa y que le han dado un toque especial de color a mi vida, a mi vida como maestra.
El primer momento me dio el toque amarillo, representado por el calor de mis padres y la formación en valores que en ese amanecer de mi vida quedaron impregnados y trazaron la moral que hoy defiendo y practico. Más adelante, la formación recibida en instituciones tanto públicas como privadas, como el Colegio Bolívar, la Universidad Distrital, la Minuto de Dios y la Universidad Cooperativa, me dieron el rojo; sí, la actividad, la pasión por el conocimiento, el tener la posibilidad de enseñar y cada vez más, amar esta profesión. Allí fortalecí la reflexión, la acción y el desarrollo del pensamiento crítico social como herramientas fundamentales para la educación. Agradezco especialmente a la educación pública que me brindó el apoyo económico para así poder acceder al conocimiento científico, a la formación profesional, que muchas veces es privilegiado para unos pocos.
De igual manera, el toque azul me fue dado a través de mi trabajo como docente, cuya experiencia me ha proporcionado estabilidad, integridad y me hizo comprender que, en definitiva, la educación es el camino que lleva a la prosperidad y que aunque a veces esté lleno de obstáculos y dificultades es el medio por el cual mejoramos nuestra calidad de vida y nos formaremos integralmente. Recuerdo especialmente al Colegio Bolívar y a la Institución Educativa General Santander donde encontré personas como el padre Hernán Bustos, al Doctor Miguel Arturo Sánchez, a los rectores Siervo Linares, Clara Ruby Peña y a un equipo de docentes con los que compartí experiencias significativas que enriquecieron mi labor y mi vocación como docente. Sin desconocer en esta etapa a grandes amigos y a mi esposo como ejes fundamentales en mi formación y aliados en mi misión de vida.
Y fue en este momento que se juntaron lo amarillo, lo azul, lo rojo, un sentir nacional, de patria, donde fui llamada a participar en el Programa Todos a Aprender, en el cual me comprometí con él país, con Soacha, para dar lo mejor de mí, para acompañar a mis pares y transformar las prácticas de aula y así lograr la educación de calidad que tanto necesitan los niños y las niñas de nuestra querida Colombia. Es de resaltar que fui convocada por la formadora Paola Balda Álvarez a quien agradezco su constancia y entrega con la comunidad de aprendizaje de lo que soy participe.
Hoy, en la mezcla de tan radiantes colores, soy verde, pues estoy llena de esperanza, de armonía, de crecimiento, de seguridad y optimismo que quiero transmitir día a día en procesos que permitan un cambio, que alteren de manera positiva nuestra academia, la de nuestro municipio y al país entero, para lograr así la construcción de líderes comprometidos y entregados, vinculados en la edificación de una sociedad más equitativa, incluyente y preparada para afrontar los desafíos que el mundo actual ofrece; capaces de ser quienes direccionen su propio desarrollo, gestores , líderes de sí mismos, actores y autores de su formación.
Historia del proyecto
En esta parte puedes describir la historia del proyecto y explicar las razones para su creación. Es conveniente mencionar los hechos memorables del proyecto y reconocer el mérito de la gente que participó en él .
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